jueves, 3 de junio de 2010

Los bodegones españoles

En esta entrada os voy a mostrar diversos bodegones españoles de diversos movimientos y autores. Algunos de los autores más representativos de bodegones , desde Zurbarán a Picasso, donde se muestra el desarrollo histórico del género del "bodegón" desde el S.XVII hasta el S. XX.
Aunque los primeros antecedentes son clásicos, el "bodegón" o "naturaleza muerta" tiene sus orígenes en Europa a mediados del S.XVI, adquiriendo el español pronto personalidad propia, incluyendo indistintamente la pintura de flores, frutas, animales y objetos, casi siempre relacionados con la cocina. Abarca hasta el S.XX, con obras de Dalí, Picasso, Juan Gris, Miró.... Junto a ellos maestros clásicos como Velázquez, Zurbarán, José de Ribera, Goya, acompañados por los grandes pintores españoles de "bodegones": Juan Sánchez Cotán, Juan Van der Hamen, Antonio de Pereda, Luis Meléndez...
Teniendo en cuenta que el "bodegón" es posiblemente el género artístico más relacionado con la gastronomía.



Francisco de Zurbarán

Contemporáneo y amigo de Velázquez, Zurbarán destacó en la pintura religiosa, en la que su arte revela una gran fuerza visual y un profundo misticismo. Fue un artista representativo de la Contrarreforma. Influido en sus comienzos por Caravaggio, su estilo fue evolucionando para aproximarse a los maestros manieristas italianos. Sus representaciones se alejan del realismo de Velázquez y sus composiciones se caracterizan por un modelado claroscuro con tonos más ácidos.











Plato con limones, cesta con naranjas y taza con una rosa (1633).

Este es un ejemplo de bodegón en el que refleja un dominio sorprendente de las luces y la composición.
En la actualidad, el estudio de la pintura de bodegones –estrictamente habría que hablar de “naturalezas muertas”, porque pintura de “bodegón” es una escena de taberna, de “bodega”, con personajes y sentido narrativo-, además de como género pictórico, se aborda desde una multiplicidad de puntos de vista especialmente interesante, como pueden ser la representación y estudio de la vida cotidiana (objetos, usos, alimentación, decoración…), el contexto socio-económico que hizo que se consolidara una clientela y una demanda de estas pinturas, o incluso la carga simbólica que poseen buena parte de estas obras en cuanto que son alegorías del espíritu religioso o de la expresión material de la prosperidad.




Juan van der Hamen

Es en la pintura de
bodegón, minusvalorada por los tratadistas como Antonio Palomino pero muy estimada por la clientela, como ponen de manifiesto los inventarios, donde destaca Van der Hamen, con una producción abundante y un alto número de piezas conservadas, cerca de setenta, más de la mitad firmadas y fechadas entre 1621 y 1622.










Bodegón con cardo, hortalizas y paisaje nevado (1623)



Juan Sánchez Cotán

Se apoya en sus bodegones, a pesar de su reducido número, revalorizados a la par que se producía el redescubrimiento del bodegón español. Considerado por los tratadistas como un género menor. Sánchez Cotán, a petición de la clientela, copiaba total o parcialmente sus bodegones a partir de un número reducido de originales, como se comprueba en el inventario de 1603. Su economía de medios, su sobriedad al elegir la calidad humilde de las piezas, ayudó a que los bodegones españoles se hayan llamado por lo general "bodegones de cuaresma", pues parecen más consolar el ayuno que excitar el apetito.


Bodegón de caza, hortalizas y frutas (1602)








En conclusión, el bodegón sirve de un exquisito arreglo, encanto colorístico y de una iluminación fina para producir un efecto de serenidad, bienestar y armonía.

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